Un día Mandy fue una adorable muñeca de porcelana, pero al parecer algo oscuro se enquistó en ella, pues los fenómenos paranormales no han dejado de seguirla y hoy es considerada la “antigüedad más malvada de Canadá“.
Se calcula que Mandy fue creada entre 1910 y 1920, quizá en Inglaterra o en Alemania, por el tipo de fabricación.
Mandy es la muñeca embrujada que vive en el museo Quesnel, el cual se encuentra en la ruta que alguna vez fue utilizada durante la fiebre del oro en la Columbia Britanica.
Ella es uno de lo más de 30,000 objetos en exhibición en el lugar.
Mandy fue donada en 1991al Museo Quesnel. En esa época, el museo estaba dirigido por Ruth Stubbs.
La ropa de Mandy estaba sucia y su estado físico era lamentable, ya que estaba cubierto de fisuras y tenía partes faltantes. Lo más terrorífico era sin dudas la cara, pintada de manera realista, con ojos de cristal y una rajadura que la atravesaba.
Se le calculó una edad de más de 90 años.
Su dueña, visiblemente angustiada, aseguraba que la muñeca había pertenecido a su bisabuela y que debido a su lamentable estado, quería deshacerse de ella y evitar que su hija le tomara cariño y jugara con ella.
La persona que donó a Mandy (también conocida como Miranda) le dijo a la encargada del museo que ella estaba algo nerviosa, ya que escuchaba el llanto de un bebé proveniente del sótano en donde estaba la muñeca.
Cuando se armaba de valor para investigar, descubría que cualquier ventana cercana a la muñeca se encontraba abierta, a pesar que la señora era muy cuidadosa en cerrar todas la ventanas de su casa.
Una vez en el museo, ya que se comprobó que no había insectos en ella, Mandy estaba lista para la sesión de fotografías de rigor, que todas las piezas del museo pasan antes de ser presentadas ante el público. Cuando la fotógrafa y su pareja entraron al estudio al día siguiente, quedaron en shock: todos los objetos del escritorio de la habitación estaban tirados por el suelo. Ruth explicó que aquel mismo día, entró en su despacho la fotógrafa, tremendamente pálida, al parecer mientras revelaba otras fotografías pudo notar un suspiro junto a su oreja y seguidamente un objeto cayó de la estantería. Estaba asustada.
Ruth contactó con un psíquico de confianza, procedente de Surrey, quien tenía una gran sensibilidad con los objetos. Aseguraba poder sentir ciertas “vibraciones” procedentes de ellos. Al tocar a Mandy aseguró que había podido “ver” un largo historial de abusos y que había sentido muchísimo frío. Todo culminaba con una muerte: había absorbido mucha energía negativa y había un espíritu pegado a ella.
Algunas semanas después, la misma donante le preguntó al cuidador si no había pasado nada raro, ya que desde que la muñeca había abandonado su casa, ya no había escuchado el llanto del bebé.
Algunas personas que han visitado a Mandy dicen que sienten una vibra extraña y que tiene poderes inusuales, otros especulan que la edad de la muñeca y la gente con la que ha convivido es la razón de haber acumulado tanta energía, pero la verdad es que nadie está seguro sobre eso.
Existía una leyenda que decía que un hombre se había detenido en una granja luego de escuchar a una niña llorar. Pero lo extraño era que la granja estaba abandonada y al entrar al lugar vacío descubrió que el sonido venía del subsuelo, donde encontró el cuerpo de una joven muerta con una muñeca en sus brazos.
El oso de la oscuridad 🐻
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